28/11/08

Breves reflexiones sobre cooperación internacional y trabajo social: Otro mundo no sólo es posible sino necesario. (Parte II)

Otro ejemplo. Durante dos meses he estado trabajando con una beca de la Universidad en los Campamentos de Refugiados Saharauis. Allí, he podido comprobar como la cooperación institucional está condicionada por motivos políticos. A un problema que tiene una naturaleza política, la cooperación responde con soluciones asistenciales. Uno de los problemas era el acceso a agua, inexistente en esa parte del desierto. Sin embargo, la región originaria del pueblo Saharaui (la Saquia el Hamra y el Rio del Oro) es rica en agua. El derecho del pueblo saharaui a vivir en su territorio ha sido declarado en más de un centenar de Resoluciones de Naciones Unidas. La cooperación se limita a portar agua a los campamentos o quizás a canalizar el agua de un oasis cercano, pero en ningún caso esto supone una solución a un problema que tiene distinta naturaleza. La cooperación tiene un alcance muy limitado, pues no va a financiar nunca un proyecto con finalidad política, y por tanto, no consigue acabar con los problemas. A esto tendremos que sumar los intereses que se esconden detrás de muchas ONG`s muy marcadas ideológica o religiosamente.

No me gustaría que se malinterpretara lo que he dicho sobre las ONG`s. Su labor, como diría Bertol Brecht es imprescindible: impiden que mucha gente diariamente se muera de hambre, mejoran las condiciones de vida de los más desfavorecidos y a menudo rescatan de la marginalidad a muchas personas. Sin embargo, insisto, no ofrecen soluciones globales a largo plazo, porque no atacan la raíz de los problemas.

En mi opinión la consecución de ese otro mundo posible pasa por un cambio en las reglas del juego económico. Sin transformaciones de carácter económico-político lo que demos con una mano, lo estamos quitando con la otra. Sólo con medidas estructurales podremos combatir el origen de los problemas. Mientras no cambien los patrones económicos, estaremos condenando de una u otra forma a medio mundo a la miseria, por más dinero que destinemos a cooperación o trabajo social.
Quería finalizar este post haciendo un llamamiento a todos aquellos que compartimos la ilusión por hacer de este mundo un lugar en el que todos encontremos nuestro sitio. Animo a todos los lectores a participar con ONG`s y a hacerse voluntario, pero también a “militar ideológicamente”, y a luchar para conseguir cambios. Es necesario comprender el origen de los problemas. Sólo así podremos construir el “otro mundo necesario” con el que soñamos.

2 comentarios:

Otrebla dijo...

Quizás el sesgo de nuestra perspectiva social se reduzca a los ecos cristianos. El cristianismo se basa en la solidaridad más que en la hermandad, desde el Yo cristiano hasta el Nosotros marxista hay demasiado trecho. Toma una limosna por caridad dice un cristiano para alimentar su ego personal. Resabida por todos es la historia de la caña y los peces pero es que parte de la misma doctrina. Estoy de acuerdo contigo en para lograr la igualdad social hay que combatir, sobre todo para aniquilar esa tabla que todo lo mide y no consigue que nos ayudemos en condición de iguales. Así, como estamos, solo seguiremos dando limosna que no es más que otro sinonimo de la solidaridad y claro está que a falta de la igualdad material mejor es eso que nada. No lo había pensado tan concretamente: si, la solidaridad solo es efectiva en el corto plazo, más bien breve.

XIII dijo...

Te doy toda la razón. Atacando los problemas sólo mitigamos su efecto, pero no los haremos desaparecer hasta que ataquemos las causas.

Pero la causa aquí es la estructura socio-económica. Es algo tan grande, tan genérico que se hace difícilmente atacable o transformable. Tal vez por medio de la educación se podría conseguir algo (me estoy dando cuenta de que le achacamos todos los problemas a ésta y a la vez buscamos en ella todas las soluciones).

Si no podemos ir contra la estructura, ¿qué podemos hacer?

De nuevo aciertas al proponer la actividad solidaria o política. Con la pasividad no se puede conseguir nada. Incluso aquellos, entre los que me incluyo, que ven los problemas e identifican las causas pero se limitan al análisis hacen un esfuerzo poco mayor que el que se queda sentado en el sillón.

Termino con una de mis adoradas citas sacada de la canción "Man in the mirror" de Michael Jackson: "Si quieres hacer del mundo un lugar mejor, mira al espejo y haz un cambio".